Debido a su ubicación geográfica, Madrid es una ciudad que tiene pocas oportunidades de disfrutar de balnearios. Al observar un mapa de España, ocurre que la capital está en pleno centro del país. Incluso, la urbe madrileña está emplazada en el centro geométrico de la península ibérica. Por lo tanto, queda bastante distante de los litorales marinos. En dado caso, cerca de Madrid hay varios ríos que sirven para paliar esta situación.

No obstante, no se puede decir que exista un balneario Madrid natural. Cuando nos referimos a un “balneario”, se hace referencia al típico sitio marítimo, con playa y paisajes de oleajes. Ya indicamos que la hidrografía depende de corrientes fluviales, siendo los ríos más importantes: El Manzanares, el arroyo de Meaques, Moraleja y Valdelamasa. No obstante, para disfrutar de un chapuzón, los madrileños se valen de piscinas o de edificios acondicionados como “balnearios artificiales”.

Los romanos en España y un interesante legado: Las Termas

Roma fue la civilización antigua más importante de Europa. Geográficamente, el imperio romano abarcó todo el perímetro del Mediterráneo. Por supuesto, semejante extensión territorial abarcó la península ibérica. En sus continuas guerras con Cartago, los romanos llegaron a apoderarse de buena parte de las actuales tierras de España. De esta manera, dejaron un legado constructivo interesante.

Se sabe que los romanos eran excelentes constructores. Llegaron a construir edificaciones verdaderamente notables, donde desbordan prodigios de ingeniería. Además, dominaban perfectamente la fontanería y el suministro de agua urbana. En España, dejaron ejemplos de tales conocimientos. Quizás, una de las estructuras más impresionantes es el acueducto romano de Sevilla.

Sin embargo, también dejaron otras edificaciones: las termas. Tales construcciones eran baños públicos. Es importante indicar que los romanos consideraban estos espacios como sitios de encuentro. Por eso, eran baños sumamente elaborados. Contaban con nombres muy peculiares: Frigidarium, Templarium y Caldarium. En latín, estas palabras significaban “fría”, “templada” y “caliente”. Resulta que, con ayuda de calderas, las personas lograban bañarse con la temperatura de agua que deseaban.

En España, los romanos construyeron varias termas (más de 50). Por supuesto, hay una de estas termas en la actual Comunidad de Madrid. Sus restos arqueológicos se ubican en Alcalá de Henares, siendo su nombre las Termas de Complutum. En este interesante edificio, las personas se podían bañar y nadar. Por lo tanto, es el antecedente de las actuales construcciones donde se disfruta de servicio en spa, piscina, mensajes y relajamiento en ambientes acuáticos.

De las antiguas termas a las soluciones de ingeniería moderna

En Madrid abundan muchos edificios llamados balnearios. Son espacios con circuitos de agua, piscinas y atención a las personas. Lugares donde se practica la llamada hidroterapia, la cual ha demostrado tener excelentes resultados para el control del estrés. Además, si alguien desea disfrutar de un buen masaje, puede hacerlo en estos lugares.

Al igual que ocurría en las termas del imperio romano, estas nuevas construcciones también son de uso colectivo y social. La gente se reúne a pasar un buen rato. Incluso, hay concentraciones de familias enteras. 

Claro está, ahora se cuenta con otras soluciones para el tratamiento del agua. Por ejemplo, se utilizan plantas ozonizadas. Asimismo, se logra controlar la temperatura del H20 mediante técnicas diferentes a las calderas hirvientes de los romanos.

¿Qué se puede disfrutar en las modernas termas madrileñas?

La innovación, servicio e ingenio están a la orden del día. Se trata de sitios muy bien planificados, donde se combina a la perfección la arquitectura e ingeniería para el manejo del agua. Algunos de los servicios de espacios que suelen tener, son los siguientes:

  • Una zona llamada balneario, donde las personas pueden descansar y entretenerse como en un balneario natural.
  • Piscinas y jacuzzis, para público de todas las edades.
  • Espacios con cascadas de agua artificiales.
  • Circuitos de esparcimiento temáticos.
  • Los más completos gimnasios y gran variedad de saunas.

Desde tiempos antiguos, ocurre que Madrid está alejada del mar. No obstante, ha contado con edificaciones que permiten a sus habitantes disfrutar de algo parecido a un balneario. Se trata de excelentes opciones para el compartir en colectivo o la desconexión y relajación individual. Una de las mejores alternativas para disfrutar de la capital española.