Los bufetes de abogados son una parte importante del sistema legal. Manejan casos y representan a clientes en los tribunales. En algunos casos, también brindan consejos sobre cómo evitar ser demandado o qué hacer si tienes una notificación del juzgado. Elegir al abogado adecuado para tu caso puede no ser una tarea fácil. Hay muchos factores que debes considerar antes de tomar una decisión. La siguiente es una lista de algunos factores importantes que debe tener en cuenta antes de elegir un abogado. Y es que no todos los Abogados en Madrid cuentan con un 98% de casos ganados o más de 10 años de experiencia.
Acertar con nuestra elección
Experiencia y antecedentes del despacho de abogados:
- Verificar si el abogado tiene experiencia en el campo del derecho que buscas.
- Conocer si el abogado o su despacho tienen una buena tasa de éxitos o han ganado una sentencia de relevancia. Esto da una idea de cómo trabaja.
Debemos además atender a la filosofía del abogado en su trabajo. ¿El despacho de abogados brinda servicios legales que puedo asumir? ¿Ofrece alguna consulta gratuita? ¿Está disponible cuando me conviene?
¿Qué factores pueden afectar los honorarios de mi abogado?
Hay muchos factores que pueden afectar los honorarios de un abogado. Por ejemplo, el tipo de caso, su complejidad y si ese profesional ha de emplear mucho tiempo en preparar documentación o estudiar el caso. No todos son iguales.
El tipo de caso afectará la tarifa porque algunos casos son más difíciles que otros. La complejidad está determinada por el tiempo que se tarda en completar una tarea y lo difícil que es trabajar en ella. Un caso complejo sería aquel en el que tomaría mucho más tiempo trabajar que otros casos y también requeriría más experiencia para completarse con éxito.
Los honorarios de un abogado también pueden depender de si se especializan o no en tu área de derecho. Si no se especializan en ella, quizás cobrarán una tarifa por hora en lugar de una tarifa fija por los servicios o deriven el caso a otro profesional. Pero es evidente que los profesionales del derecho saben qué tipo de casos son los que pueden abordar con mejores garantías de éxito.
Elegir bien tu abogado
Hay muchos tipos de abogados. Algunos se especializan en derecho penal, otros se enfocan en propiedad intelectual y derecho corporativo o derecho de familia. Antes de elegir cualquier abogado, debes conocer qué tipo de caso tienes entre manos y así realizar la elección correcta.
Uno de los tipos de casos más habituales con los que se encuentran los despachos de abogados son aquellos que tienen que ver con las indemnizaciones, ya sean por asuntos de tráfico o por cualquier otro tema. Conseguir la indemnización que nos corresponde es algo que lleva bastante estudio, por lo que la opción más recomendable es elegir un profesional del derecho que sea capaz de defender nuestros intereses y conseguir la mejor indemnización para nosotros.
Cuando un profesional del derecho tiene un caso de su especialidad entre las manos, se aumentan las posibilidades de conseguir que nuestros intereses se vean cumplidos. Evidentemente, todo depende de la decisión final del juez o magistrado, pero preparar bien un caso es algo que lleva tiempo. Además, si se trata del área de la especialidad de nuestro profesional, podremos litigar con bastantes más garantías.
Abogacía low cost, una mala decisión
Últimamente, se han puesto de moda soluciones legales en las que, por una cuota mensual, un abogado puede atender un caso de tu interés. Este tipo de soluciones no suelen ser las mejores ni dar un buen resultado. Este tipo de abogacía no ofrece muchas garantías, por lo que hay que decantarse por un despacho profesional, especializado en nuestro tipo de casos y que sea capaz de reunir todo lo necesario para pleitear con ganas.
Los trámites que lleva un abogado de confianza pueden prolongarse en el tiempo, por eso es necesario que exista una buena comunicación en ambos sentidos. Para ello, un profesional comprometido, con experiencia y que haya sido capaz de resolver asuntos como el nuestro, es la mejor apuesta para ir a por todas. Cualquier asunto que sea de nuestro interés, debe ser defendido por alguien que sepa lo que tiene entre manos, no por otro tipo de profesional con el que tengamos la sensación de estar en una permanente ruleta rusa.
Nunca sabemos cuándo vamos a necesitar la ayuda de un buen despacho de abogados. Por tanto, hay que desechar las opciones que prometen soluciones rápidas y por poco dinero, y confiar nuestro caso a un despacho profesional, competente y que sepa dar el enfoque necesario a nuestras peticiones. Esto ya supone de entrada mayores posibilidades de éxito y que, al cabo de cierto tiempo, tengamos la satisfacción de una sentencia a nuestro favor. Hay que tomar nuestros asuntos con la seriedad suficiente.