Cuando hablamos de que una persona distorsiona de forma deliberada la realidad, estamos hablando de una posverdad. Esto se hace con la finalidad de moldear la opinión de una gran cantidad de personas e influir en sus actitudes sociales. La posverdad tiene mucha influencia, y gran cantidad de personajes famosos lo han hecho con fines diversos. Quizás el más famoso sea Donald Trump. Veamos algunos aspectos sobre la posverdad, la mentira emotiva, qué es y ejemplos de ella.

Posverdad  la mentira emotiva, ¿qué es?

Está definida como un neologismo, que hace la descripción de forma distorsionada de un determinado hecho.  Todo esto para crear una matriz de pensamiento en un gran número de personas y de esta forma, influir de manera directa en las actitudes sociales. Hace referencia a las emociones se desenmarcan de los hechos reales como tal.

Es decir, que algo que aparentemente es verdad, es mucho más importante que aquello que es verdad de forma objetiva. Para muchos autores, la posverdad es una simple mentira. Se le califica como una estafa cubierta de argumentos políticamente correctos. La posverdad es muy usada en la política, donde las emociones y calificativos son comúnmente usados. Todo esto para interferir de forma directa en las opiniones de los adeptos.

Origen de la posverdad

El origen de la posverdad es del año 2010, con un bloguero llamado David Roberts, que escribió que la política y la narrativa de los medios se había vuelto ajena a la verdadera política pública (las leyes que rigen una sociedad). La posverdad que en muchos medios de comunicación se evidencia, con un falso equilibrio mediático y la creciente afinidad hacia los medios sociales.

Son muchos los partidos políticos que usan la posverdad como estrategias comunicacionales efectivas en la política. En el caso de los debates electorales, se han convertido en clases de postverdad, en forma de espectáculos públicos. Estos debates están llenos de estrategias comunicacionales persuasivas, destinadas a cambiar conciencias.

La posverdad está enmarcada en el uso de propaganda, relaciones públicas y la comunicación estratégica, para la manipulación y el control social. Muchos expertos han derivado el término para resumir la usanza de estas tres grandes herramientas y enmarcar una postura social y preferencia política.

Ejemplos y usos

Lo impresionante de la posverdad es que cuando se usa, no hay vuelta atrás. Las personas que crean una posverdad sostienen que es verdadera, así los medios u otros personajes demuestren lo contrario. De hecho, la posverdad, es muy usada para hacer el llamado conspiracionismo. Esto es lo extremo del uso de la posverdad, puesto que puede causar mucho daño.

Un ejemplo de la posverdad es el que se llevó a cabo por la jefa de campaña de Donald Trump, quien justificó la barrera de entrada a EEUU para los ciudadanos musulmanes. Esto porque según ella, dos de ellos habían estado involucrados en la matanza de Bowling Green, pero este hecho no ha existido jamás.

Otro claro ejemplo de posverdad es la del Jefe de la Casa Blanca, Sean Spicer. Este personero de gobierno dijo en rueda de prensa lo siguiente: “Los medios de comunicación han ocultado la asistencia masiva de ciudadanos a la investidura como presidente de Donald Trump”. Además de esto, dijo que ha sido la investidura que ha tenido mayor audiencia televisiva en el mundo.

El siguiente ejemplo tiene ya tiempo que se hizo. Sin embargo, es muy famoso por los acontecimientos dentro del cual se desenvolvió la posverdad.  En el 2016, el Reino Unido votó por el Brexit, o la salida de este país de la Unión Europea, puesto que desean que se reduzca el número de extranjeros al país.

Todo esto fue ganado gracias a múltiples estrategias publicitarias que convencieron al electorado de que las autoridades locales deben tener mayor control sobre sus fronteras.

Los hechos del 11 de Septiembre y las infortunadas declaraciones del presidente George W. Bush son un claro ejemplo de la posverdad. Muchas incongruencias y falsas conjeturas hicieron que se formara una fuerte campaña de descrédito hacia los creyentes musulmanes, tildándolos de terroristas.

De hecho, hay ciertas teorías que sostienen que todo fue una excusa para desencadenar la invasión a Irak y la toma de control de muchos pozos petroleros. La posverdad sí existe e influye enormemente en el colectivo.