Es innegable el vínculo que podemos llegar a crear con nuestras mascotas. Por eso, cuando enferman, solemos afligirnos y hacemos todo lo posible para que nuestro perro recupere su bienestar. Sin embargo, hay señales que nos indican si se trata de algo que necesite ser tratado de urgencia. El día de hoy, explicaremos qué demos hacer para atender a nuestro perrito enfermo y a qué señales prestarle atención para saber cuándo acudir con el veterinario.

Consejos para atender la enfermedad de tu perro

Los perros pasan a ser un miembro más de nuestra familia y se merecen las mejores atenciones del mundo. ¿Y quién mejor que nosotros mismos para cuidar a nuestro amigo fiel mientras está enfermo? Y sí, sabemos que puede llegar a ser una tarea estresante, pero es crucial llevarla a cabo para recuperar su bienestar. Con estos consejos, llevaremos con éxito la tarea de cuidar y sanar a nuestro cachorro.

La prevención en es el primer paso

Sabemos que las clínicas veterinarias pueden llegar a ser costosas, en especial si no se cuenta con un seguro de perros en línea. Por esta razón, no debemos esperar a que nuestro perro se enferme para brindarle la atención requerida.

Siempre es aconsejable llevar a nuestra mascota a consulta de forma semestral, para chequeos generales y anual para su respectiva actualización de vacunas. Sin duda, esto nos ayudará a reducir el riesgo de que el perro sufra enfermedades de importancia mayor.

No lo mediques sin consultar al veterinario

Uno de los errores más frecuentes es tratar de autodiagnosticar y automedicar a nuestro perro. De hecho, la mayoría de medicamentos que consumimos los humanos son tóxicos para los animales y no todo lo que funciona para nosotros, es seguro para ellos.

Si los síntomas que nuestra mascota está presentando son preocupantes, debemos contactar de inmediato a un veterinario para recibir la orientación y el tratamiento adecuado.

Sigue las instrucciones del veterinario

Luego de consultar al veterinario, nos brindará todas las recomendaciones posibles para mejorar la salud de nuestra mascota. Ahora, es nuestra tarea administrarle los medicamentos de forma cónsona con lo prescrito y seguir las pautas dietéticas que favorecerán la recuperación del perrito.

Vigila su hidratación y temperatura

Cuando nuestro perro enferma, es común que deje de comer y de hidratarse. Así que debemos asegurarnos de que tenga acceso constante a, por lo menos, agua fresca. Si no quiere beber por cuenta propia, debemos hacer uso de una jeringa y suministrarle algunos tragos de agua cada cierto tiempo. Y si ya de por sí la deshidratación es un problema, puede empeorar si hay fiebre.

Por ello, es recomendable monitorizar su temperatura rectal con un termómetro digital especial para esta tarea (de más fácil lectura). Ten en cuenta que la temperatura normal de los perros oscila entre los 37.5 °C y los 39 °C. Incluso, tras períodos de actividad física, puede llegar a 40 °C sin ser fiebre. Si supera la barrera de los 40 °C, ya podemos comenzar a hablar de fiebre.

Mantente alerta a otros síntomas

A diferencia de otros animales, como, por ejemplo, los gatos, es muy difícil saber de buenas a primeras que nuestro perro siente algún malestar. Por lo tanto, es vital prestar atención a todos los cambios que ocurran en su conducta y, en especial, si aparecen síntomas como:

  • Letargo
  • Falta de apetito
  • Vómitos y/o diarrea
  • Dificultad para respirar
  • Tos constante
  • Cojera
  • Cambios de humor o comportamiento inusuales y no relativos a malestares físicos.

Estos síntomas pueden señalar la existencia de diferentes problemas de salud. Si los vemos, es conveniente llevar un registro de estos y comunicárselos al veterinario, para ayudarle a hacer un diagnóstico más preciso.

Bríndale un espacio limpio y cómodo

Durante su enfermedad, nuestro perro necesitará de un lugar tranquilo y cómodo para descansar y favorecer su recuperación. Si le aseguramos un área de descanso limpia, sin estimulantes excesivos y donde pueda recuperarse sin estrés ni contacto con otros animales, nuestra mascota empezará a sentirse mejor y se recuperará de la mejor manera posible.

¿Cómo saber si mi perro está enfermo?

La convivencia diaria nos permite conocer con exactitud cómo es nuestro perro. Aprendemos a identificar cuándo está feliz, cuándo quiere jugar, cuándo tiene hambre y hasta cuándo quiere salir a dar una vuelta. Y cuando hay un cambio en estas rutinas, ya hay una señal de alerta. De hecho, existen varios signos síntomas a los que debemos estar alerta cuando aparecen, porque pueden ser indicativo de que nuestro perro está enfermo. Los más frecuentes y básicas, son:

  • Falta de apetito: Los perros suelen ser insaciables por naturaleza. Incluso después de comer, seguro estarán velándote mientras almuerzas. Pero, si observamos que el can de pronto pierde interés en comer y beber y pasan horas que no prueba un bocado, ni bebe agua, debemos encender alarmas.
  • Vómitos y/o diarrea: Son síntomas comunes a varias enfermedades, pero por lo general se asocian a problemas digestivos. Hay que vigilar la frecuencia y el tiempo que el perrito tiene sufriendo estos síntomas. Si han pasado más de 24 horas y no cesan, es hora de acudir al veterinario.
  • Nariz seca: Siempre es un indicativo de que algo anda mal. Por lo general, la nariz seca de un perro significa que hay fiebre o catarro. Pero, también puede deberse a otras afecciones por virus o bacterias.

Decaimiento: Si notamos que nuestro perro está por mucho tiempo con un aspecto desanimado, flojo, apático y no quiere, ni siquiera, estar cerca de nosotros, puede ser señal de que no se siente bien. Puede ir desde un simple catarro a problemas graves como depresión o enfermedades respiratorias o cardiovasculares.