Tipos de intervención y cuidados requeridos

Se denomina rinoplastia a la operación donde se modifica la forma de la nariz, una de las intervenciones estéticas más comunes en nuestros días. Aunque no deja de ser una cirugía, es una de las más frecuentes por ser un proceso relativamente sencillo y con resultados exitosos, sin dejar ningún tipo de marca.

La rinoplastia se lleva practicando desde hace décadas, pero gracias a las nuevas tecnologías y a las innovaciones en el ámbito de la cirugía estética y plástica, se garantiza siempre el mejor resultado.

La rinoplastia en Madrid se realiza con el fin de corregir su forma o posición, recomponiendo la nariz y buscando el resultado más armonioso y estético posible.

Los casos más frecuentes por los cuales los pacientes se someten a una rinoplastia suelen ser: malformaciones, desviaciones, remodelaciones de la giba ósea y reconstrucciones, entre otros. Independientemente de cuál sea el caso, lo más importante es que el resultado postoperatorio sea una nariz natural. Por ello se debe adaptar la operación a las necesidades y características de cada paciente, para conseguir los resultados esperados.

Beneficios de la rinoplastia

Este tipo de operación se suele llevar a cabo con propósitos estéticos, ya sea por modificación del tamaño o de la forma de la nariz. Además, la rinoplastia también favorece a corregir las marcas de la edad que surgen alrededor de esta zona.

Pero también existen ventajas en lo relativo a la funcionalidad de la nariz. La rinoplastia ayuda en casos de dificultades respiratorias relacionadas con los tabiques nasales.

Edades más comunes

Cada vez es más habitual el deseo entre los jóvenes de someterse a la rinoplastia en Madrid, principalmente por motivos estéticos, pero siempre se recomienda una edad mínima ya que las estructuras óseas y la morfología facial de los menores, puede estar todavía en proceso de formación y evolución. Por otro lado, son muchos los adultos de más de 40 años que buscan rejuvenecer su rostro con este tipo de cirugía.

Preoperatorio

El preoperatorio es de los más sencillos dentro de la cirugía estética. Se inicia unas semanas antes, analizando al paciente y su historial médico para valorar y evitar posibles riesgos durante o tras la intervención.

Un par de días previos a la operación, se hacen análisis de sangre, electrocardiogramas y radiografías, además de comprobar el estado del corazón del paciente.

Antes de empezar con la intervención se procede a anestesiar de forma general al paciente, siempre contando con un especialista en este área, lo cual es de vital importancia. Las personas que sufren enfermedades cardíacas, respiratorias o renales, entre otras, deben evitar este tipo de anestesia, optando por la local si el especialista lo considera oportuno.

Para someterse a una operación de rinoplastia se debe contar con un buen estado de salud, además de contar con una estabilidad psicológica, ya que es una operación que no tendrá vuelta atrás.

Existen distintos tipos de intervenciones dentro de la rinoplastia, como por ejemplo la rinoplastia cerrada o la rinoplastia abierta, estética o funcional, de disminución o de aumento, etc. Por ello debemos plantearnos una serie de preguntas antes de llevarlo a la práctica: “¿Desde hace cuánto tiempo me quiero operar?”, “¿Cómo afecta a mi vida?”, “¿Es estético o funcional?”, “¿Cómo creo que se me va a quedar la nariz?” … Estas y otras preguntas es importante tratarlas con el cirujano, ya que el mismo debe conocer que buscamos, para que el resultado nos complazca y no nos arrepintamos de ello.

Postoperatorio

Después de la operación, el paciente debe contar con una fase de descanso mientras que va desapareciendo la hinchazón y las molestias causadas. El sangrado leve suele ser frecuente en este tipo de intervenciones, pero en todo momento debemos avisar a nuestro médico de nuestra evolución.

Tras el alta médica, el paciente debe evitar hacer esfuerzos físicos que pudieran suponerle un riesgo, ya sea practicar deporte o el simple hecho de sonarse la nariz.

Resultados exitosos

Un resultado con éxito tras una operación de rinoplastia en Madrid siempre estará relacionado con los tratamientos y cuidados tanto pre como postoperatorios. En un primer momento el cirujano especialista y todo el equipo médico deberá evaluar el caso de cada paciente, atendiendo a sus necesidades. Posteriormente a la intervención se tendrán que seguir unas medidas cuidadosas para conseguir la cicatrización y evitar cualquier tipo de marca.

En resumen, combinando por parte del paciente un preoperatorio cuidadoso y un postoperatorio responsable, la rinoplastia dará los resultados deseados sin ningún tipo de complicación.